Había algo especial en su mirada, llena de misterio, pero convencida. Sabía perfectamente lo que iba a hacer, ya había esperado demasiado tiempo, estaba de lleno sin importarle las consecuencias. Su esfuerzo y su pasión, le había dado la oportunidad de estar ahí, luchando por lo que siempre había querido y no iba a dar ni un paso atrás.
Sería más fácil hacer que los protones tengan carga negativa, que arrebatar sus aspiraciones, al fin y al cabo estaba ahí por méritos propios, por su pasión y que guiaba sus pasos. Ni uno solo atrás y así lo hizo.
Siguió caminando, disfrutó de una larga vida, fue muy feliz cumpliendo su misión , sintiendo cada etapa y fue recordado como un ser valioso para su familia y su comunidad.
Y ahora, dime tú, voz del futuro. ¿No te gustaría que escribiesen eso sobre ti?
Si tuvieses la oportunidad de elegir el sendero de vida de los que viven y sueñan, de los que ríen y lloran, de los que hacen de sus lágrimas una fortaleza, de los que caen y se levantan, aprenden y triunfan. ¿Eligirías la seguridad que te brinda el miedo o el riesgo que te ofrece la libertad?
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